Al practicar esta serie de asanas la respiración debe ser suave y prolongada. Los movimientos cuando hacemos vinyasa son lentos y fluidos, y uno tiene que ralentizar también su propio ritmo respiratorio.
Cuando entres en una postura, inicia primero la respiración y muévete después, y al terminar el movimiento debes seguir respirando un poco más aún, de dos o tres segundos más.
Vas a sentir como de ésta manera, al empezar a respirar antes de movernos, no te mueves reteniendo la respiración y experimentas esa sensación de libertad y de calma que puede aportarte la práctica.
Practica esta serie de asanas manteniendo cada posturas unas 5 respiraciones, o entre 30 segundos y 1 minutos. Haz tus transiciones de una postura a la siguiente guiándote con la respiración que como sabes debe ser siempre por la nariz.
Ten en cuenta que la postura del perro boca abajo es una asana puente, para completar cada cambiar y completar cada lado del cuerpo que trabajamos, y puedes aprovechar para introducir ahí un semi-vinyasa de posturas como el plano, la cobra (o perro boca arriba) y el perro boca abajo.
Por cierto, en la escuela puede disfrutar de clases de yoga en directo estilo vinyasa, donde aprenderás secuencias como esta que aquí te presento y mucho más…
Nos vemos en los comentarios. ¡¡cuéntame qué tal!!